mari magua

Diccionario histórico del español de Canarias

harimaguada, gaximaguada, harimagada, haximaguada, jarimagua, magada, magua, maguada, maguda, mari magua, mariguada, marimaguada

 

harimaguada, gaximaguada, harimagada, haximaguada, jarimagua, magada, magua, maguada, maguda, mari magua, mariguada, marimaguada. (Voz prehispánica). f. Entre los aborígenes canarios: Mujer virgen que, apartada del trato social, se dedicaba al culto religioso en compañía de otras.

                c1510 (1978) Crónica Ovetense (p.162): [...] tenían estos Guadartemes casas de donsellas enserradas, a manera de enparedamientos, que oy llamamos, y estas tales las llamaban las Maguadas [...]. c1555 (1978) Crónica Matritense (p.252): Tenían estos Guadartemes casas de donsellas enserradas, a manera de emparedadas; llamábanles las «maguadas». h1590-1602 (1977) Abreu Galindo Historia (lib. 2º, cap. iii, p.156): Entre las mujeres canarias había muchas como religiosas, que vivían con recogimiento y se mantenían y sustentaban de lo que los nobles les daban, cuyas casas y moradas tenían grandes preeminencias; y diferenciábanse de las demás mujeres en que traían las pieles largas que le arrastraban, y eran blancas: llamábanlas magadas. Ibídem (lib. 2º, cap. xvi, p.204): [...] salió a gran priesa, dando voces, una canaria religiosa, tenida entre todos los canarios en gran reputación y veneración de santidad, la cual era como madre de las maguadas; y ésta era madre de un hidalgo gayre, que tenía allí un cristiano para quemarlo.

                s. xvii (1978) Gómez Escudero Conquista de Canaria (p.435): Tenían las casas de las doncellas recojidas, que éstas no salían a parte alguna, saluo a vañarse, i hauían de ir solas. Auía día diputado para esso, y assí sauiéndolo o no, tenía pena de la vida el hombre que fue a uerlas o encontrarlas i hablarlas. Llamábanles Maguas, o Maguadas, i los spañoles Marimaguadas, que siempre controuertieron el nombre a las cosas i despreciaron sus vocablos, i quando se reparó para rastrearles sus costumbres por más extenso no hubo quien diera razón de ello. Ibídem (p.438): A los niños recién nacidos echaban agua i lababan las cabecitas a modo de bautismo, i éstas eran mujeres buenas i vírgenes que eran las Marimaguadas, i decían que tenían parentesco con nuestros padrinos. s.xvii (1978) Sedeño Brebe resumen (p.378): Quando nascía la criatura le echaban agua en la caueza, i hauía mujeres para este efecto que llamaban Harimaguadas. 1604 Viana Antigvedades (i, fol.12): Quando nacia alguna criatura/ Le echaua vna muger, que era su oficio/ Agua con gran cuydado en la cabeça,/ Y alli su nombre propio le ponian,/ Quedando emparentada con los padres,/ Sin que les fuesse permitido ô licito,/ Casar con ella por aquesta causa,/ Aunque se entiende por la mayor parte/ Ser este oficio proprio de las Virgenes,/ Que solian llamar Harimaguadas/ Y prometian virginal pureza,/ Las quales auitauan en clausura/ De grandes Cuebas como en monasterios. 1646 (1978) López de Ulloa Historia de la conquista (p.314): Tenían estos Guadartemes unas cassas de donçellas encerradas a manera de emparedamientos que oy se vsan en algunas partes. A estas donçellas las llamauan las Maguadas, y no salían en ninguna manera fuera de aquellas cassas sino a pedir a Dios buenos temporales y se lauar en la mar, yendo con guardas que mirasen por ellas. 1676 Núñez de la Peña Conqvista (lib. i, cap. iii, p.27): Tenian por costumbre los desta dicha Isla de Thenerife, quando vna criatura nacia, de echarle agua sobre la cabeça, y para esto auia vnas mugeres que lo tenian por oficio, à las quales llamauan Harimaguadas, eran doncellas, y prometian ser virgenes, y estas viuian juntas en grandes cueuas, sin que de alli saliessen, sino quando eran llamadas à la ocasion. 1678 (1994) Sosa Topografía (p.295): Junto en donde estaba hesta oi esta otra casa muy pintada y grande que servia de esquela maiormente de donde aquellas hijas de los mas principales e hidalgos de la isla (que fue la que yo vi), estas eran como las religiosas que llamaban en su lengua Magudas. 1694 (1993) Marín de Cubas Historia (lib. 1º, cap. 3, p.21): Cerca de aquí tenían los canarios la Casa de las Doncellas ó Convento de las Marimaguadas, donde tal vez venían los cristianos [...]. Ibídem (lib. 2º, cap. 4, p.133): [...] salió una canaria del Convento ó Casa de las Mujeres Mari Maguas, que eran doncellas en clausura. Ibídem (lib. 2º, cap. 18, p.205): Otro adoratorio hay en el término de Gáldar, que dura el nombre, que el risco de Tirma, lleno de caseríos, y grandes cuevas; a éste iban las Maguas en romería llevando vasos de leche para regar [...]. Eran sagradas también las Casas de las Maguas que los españoles llamaban Marimaguadas; era una cerca de pared, casa y cueva habitación de muchas doncellas desde catorce á treinta años, porque después si querían casarse podían salir [...]. Salían fuera de su Monasterio las Maguas para bañarse en el mar [...]. Ibídem (lib. 3º, cap. 23, p.378): Los riscos sacros eran asilo de malhechores, y lo mismo las Casas de las Vírgenes Jarimaguadas, las cuales Casas de Doncellas como tuvieron los canarios fue costumbre de Persas, Caldeos, Medos y Asirios [...] las doncellas canarias, eran llamadas Marimaguadas (ó fuese corrupto por los castellanos ó fuese propio) [...] y á sus mujeres Jaramaguas, nobles persianas que de allí salen para casarse como las canarias Marimaguadas.

                primer cuarto s. xviii (1936) Relación histórica de las Islas Canarias (p.76): Al nazer qualquiera criatura la hechauan agua por la caueza, por manos de unas mujeres, espezie de monjas, destinadas para esto, llamadas Gaximaguadas. 1724 Feuillée Histoire (fols. 4-5): Des filles nommées haximaguadas étoient chargées par le peuple de cette ceremonie; comme nos religieuses, elles étoient renfermées dans des grottes, qui leur servoient de monasteres; d'où il ne leur étoit permis de sortir que pour exercer les fonctions du baptéme, et imposer le nom aux enfants qui venoient de naitre. [(pp.551-552): Su bautismo, que observaban religiosamente, consistía en derramar agua sobre la cabeza del recién nacido, lo que parece ser un vestigio de la religión cristiana. Unas jóvenes llamadas harimaguadas estaban encargadas por el pueblo de llevar a cabo la ceremonia. Al igual que nuestras religiosas, vivían encerradas en cuevas a modo de monasterios, de las que no les estaba permitido salir sino para ejercer las funciones del bautismo e imponer el nombre a los niños que acababan de nacer]. 1772 Viera y Clavijo Historia i (lib. ii, cap. xv, p.169): De estos siempre fueron los mas suntuosos y bien servidos, aquellos que estaban bajo la conducta de las Maguadas, ó como otros dicen, Harimaguadas que eran como unas Virgines Vestales, o Monjas, que vivian en recogimiento; se sustentaban de limosnas; y se vestian de pieles mas largas y blancas que las de las demás mugeres. 1783 Viera y Clavijo Historia iv (lib. xvi, cap. ii, p.3): Este culto público tenia algunos Adoratorios, tan sencillos como él; algunos Sacerdotes, ò Faycanes; algunas Vestales, ò Harimaguadas; algunos Adivinos, o Yoñes. 1799-1812 (1982) Viera y Clavijo Diccionario (p.143): Cueva [...]. Se dice que esta cueva sirvió de hospicio, en tiempo de los antiguos canarios, a ciertas mujeres devotas que llamaban harimaguadas.

                1803 Bory Essais (cap.ii, p.96): Enfin, à Canarie, des femmes qui devaient être vierges, des espèces de vestales nommées Magades ou Harimagadas, présidaient au culte sous la direction du Faycan; elles étaient vêtues plus largement, et de peaux plus belles que celles dont les autres femmes se couvraient; elles jouissaient de grands priviléges et de beaucoup de considération. [(p.64): Finalmente, en Canaria, unas mujeres que debían ser vírgenes, y que eran una especie de vestales llamadas magadas o harimagadas, presidían los cultos bajo la dirección del faycán; se vestían con pieles más largas y hermosas que las otras mujeres, gozando de grandes privilegios y mucha consideración]. 8-xii-1881 Manrique Lenguaje (nº 73, p.362): Harimaguada (Cast[illo]). Especie de vestal en Tenerife y Canaria. Era el nombre de unas vírgenes que vivían en una especie de monasterio. c1886 Zerolo Bencomo (p.41): [...] como si fuera/ El asilo de alguna «harimaguada». 1887 Stone Tenerife and its six satellites ii (pp.131-132): It is said that in Canaria a number of religious women, called magadas, lived together in houses, which were held sacred and regarded as «sanctuary» by criminals. The magadas wore long white garments that swept the ground, and they were daily sprinkled with goat's milk, set apart for that purpose. These magadas have been erroneously called nuns by some, but they appear to have been more like vestal virgins, or even the priestesses on the banks of the Nile in their purer days. [(p.148): Se dice que en Gran Canaria vivía un grupo de mujeres religiosas, llamadas maguadas, reunidas en recintos que se consideraban sagrados y «santuario» para los criminales. Las maguadas llevaban largos vestidos blancos que llegaban hasta el suelo y las rociaban diariamente con leche de cabra, apartada para dicho fin. A estas maguadas se las ha llamado, erróneamente, monjas pero, aparentemente, se parecían más a las vírgenes vestales o incluso a las sacerdotisas de las orillas del Nilo, en su época más pura]. 1896 (5-ii-1898) Ossuna Anaga (p.6 [2]): [...] unas rocas blancas señalan el santuario de las Magadas, como se llamaban las sacerdotisas vírgenes que se consagraban al culto de la divinidad [...]. 1900 Pérez Armas La baja (p.5): «Nada tengo que ver con que Iballa sea una sacerdotisa ó mariguada, como dicen los isleños, ni con el viejo Hupalupu y sus relaciones divinas». Ibídem (p.8): El viejo Hupalupu era un sacerdote del pueblo guanche muy respetado é influyente, y su hija una mariguada, ó lo que es lo mismo, una de las sacerdotisas que hasta cierta edad, en que podían casarse, se consagraban por entero al culto de Alcarac [...].

                26-iv-1903 Jable (Arte y Letras, p.4): [...] el efequén de Ajaney, donde las célebres sacerdotisas Tibiabin y Tansonante, entre otras, tenían a su cargo no solo los ritos y el ceremonial religioso sino la educación de las vírgenes ó magadas, maguas ó marimaguadas pues con estos distintos nombres se les ha conocido entre las que elejían esposa los nobles y sacerdotes de la isla. 1906 Pícar La bruja de las Peñuelas (p.26): [...] quema otra vez Harimaguada el espliego y la salvia, en ofrenda á los ojitos brillantes. 1908 (1982) Díaz y Dorta Buenavista (p.12): [...] tenían lugares sagrados, generalmente en lo alto de las colinas, y sacerdotes y sacerdotisas o mariguadas para el ejercicio de sus prácticas morales [...]. 1912 (1991) Bethencourt Alfonso Historia i (p.237): Vocabulario guanche. Harimaguadas, Maguadas, Gran Canaria, Tenerife, Mariguadas, Maguas, Magadas, «La vestal», «La sacerdotisa», Sedeño, Viana. h1915 Sarmiento Pino (pp.10-11): Pino vestida de blanco, envuelta en su mantilla, blanca, también, serena, impasible, sin un movimiento como una magada de la religión isleña. a1942 (2001) Crosa Romancero guanche (p.121): ¿Por qué tan grande el influjo/ de la Maguada agorera? Ibídem (p.124): Prendado vive Roesmo/ de la hermosísima Guara;/ prendado vive y lo oculta/ que la moza es mariguada/ y un pobre pastor no debe/ atrevido enamorarla. 1944 (2000) García de Vegueta Islas (p.105): Ya las harimaguadas vestales desnudas bajo sus collares y faldellines de flores avanzan agitando las varas sagradas de tajinaste. 1945 (1959) Álamo Thenesoya (p.96): En endechas tristes cantaron las harimaguadas de amagos y cenobios sus glorias y aventuras [...]. 1946 Artiles Espigas (p.114): «Timagán» dice el mapa militar de Gran Canaria; pero este «Tía Magada» del arriero es más expresivo, y tal vez nos descubra su procedencia de algunas de aquellas «harimaguadas» que en la raza indígena eran como sacerdotizas de los isleños.

¨No es esta una palabra que haya pasado al léxico común del español de Canarias, pero sí pertenece a «la cultura guanche», de modo que es citada, como se advierte en muchos ejemplos, dentro de ese contexto, y de forma bastante intensa. De ahí que se haya tenido en cuenta en este diccionario. Wölfel (pp.528-531) ha escrito ampliamente sobre la posible explicación etimológica de la palabra. El lector interesado en esta cuestión encontrará más información en Abercromby (p.62), Bute (pp.79-80) y Reyes García Voces (pp.55-56). Vid.t. Hurtado García que ha propuesto, recientemente, una nueva etimología, a partir del mallorquín aria amagada 'individuo femenino de la raza aria escondida'.

 

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ISBN 978-84-88366-95-5 (o.c.)978-84-88366-93-1 (v.1) 978-84-88366-94-8 (v.2)

mari magua

 

mari magua. V. harimaguada.

 

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